Nadar. Nadar y alejarme,
ese es mi sueño y afán.
Huir de la orilla y las olas,
nadar y adentrarme en el mar.
Mis pasos las olas borran,
mis huellas no logran La Paz.
Andar, caminar quisiera,
y que la estela no tenga final.
Empiezo de nuevo el camino,
un camino sin principio ni fin,
por eso nadar quisiera,
huir, zarpar y partir.
Mis caminos se repiten,
empiezan y acaban igual,
unos llorando en la orilla,
yo corriendo hacia el mar.
El mar me da confianza,
me reta y me incita a saltar.
El mar me hechiza y me abraza,
maneja mi voluntad.
Quiero mecerme en tus aguas,
vestigio de un dulce final,
el sol, la sal y la calma,
principio de libertad.
Inmenso tu clamor resuena,
profundas tus ganas de amar,
yo quiero agarrarme a tu espalda,
y sólo dejarme llevar.
Infinito como el océano
es mi afán por conseguir
caminar en tierra firme
y nunca más partir.